AL DESCUBIERTO: Matanza de vacas embarazadas en Brasil

Igualdad Animal acaba de publicar una investigación impactante sobre la industria de la carne en Brasil y su práctica de matanza de vacas embarazadas, lo cual es frecuente a pesar de que transportarlas hasta el matadero en el último trimestre de gestación se considera maltrato animal y un delito federal con pena de cárcel y multa en Brasil.  

Nuestra investigación descubrió:

• Una vaca embarazada después de ser disparada, fue colgada y desangrada mientras su ternero vivo luchaba dentro de ella;

• Terneros vivos separados de sus madres y arrojados al suelo de la sala de procesamiento;

“Esta es sólo una de las prácticas abusivas que los consumidores no saben que ocurren dentro de las industrias de la carne y los productos lácteos”.

Carla Lettieri, Directora Ejecutiva de Igualdad Animal en Brasil

El maltrato animal que ocurre legalmente  

Según los inspectores que trabajan en los mataderos, esta práctica es cada vez más común a pesar de ser un desprecio a los preceptos del bienestar animal y por eso se vieron obligados a denunciar este caso que, según ellos, es una situación que implica maltrato.

Al llegar al matadero…

El estrés y la tensión continúan. Las madres, junto con otros animales, machos y hembras, se dirigen desde el corral de espera, a través de un estrecho pasillo, a su destino final. En el camino, oyen los gritos de los otros animales, algunos intentan escapar, pero no hay posibilidad de lograrlo para ninguna de ellas.

Cuando la madre muere, las crías mueren poco después por asfixia (hipoxia), ya que el oxígeno que respira la madre es lo que mantiene a la cría con vida. Cuando matan a las vacas embarazadas, es posible ver la desesperación del ternero dentro del vientre luchando, hasta que también muere y deja de moverse.

La problemática

Aproximadamente, la mitad de los animales matados por su carne en Brasil son hembras. Con frecuencia, las envían embarazadas al matadero, sobre todo en épocas de poca oferta de animales que es cuando el ganadero puede obtener una mayor ganancia. Esto también ocurre cuando el animal ya no aporta un buen rendimiento económico a la explotación, es decir, cuando ya no produce la cantidad de leche esperada o cuando ya no es una matriz productiva para la industria cárnica, por lo que se opta por su muerte. 

Además, hay una falta de control en el momento en que los animales se cargan en los camiones que los llevarán a los mataderos, porque los ganaderos y sus empleados no siempre se preocupan de identificar qué animales están en gestación, aunque sea en una fase avanzada. Por desgracia, esta falta de preocupación y de cuidados básicos representan una gran parte de lo que ocurre en la industria ganadera. 

No son aptas para viajar

Las vacas en el último tercio de la gestación corren un mayor riesgo de sufrir problemas de salud y bienestar durante y después del transporte. Son más susceptibles de sufrir abortos espontáneos o partos prematuros, estrés térmico, deshidratación, lesiones y enfermedades metabólicas. 

Debido a esta susceptibilidad, la Organización Mundial de Sanidad Animal y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura – FAO consideran que, entre los animales no aptos para viajar, se encuentran las hembras en estado de gestación tardía, ya que pueden sufrir de agotamiento y no gozar de un bienestar adecuado durante el viaje (Ver: OIE -WAHIS:Código Sanitario para los Animales Terrestres y los Alimentos Capítulo 7.3.7, ítem 3, C, VI y FAO: Directrices para la manipulación, el transporte y el sacrificio del ganado en condiciones decentes, p.34 y 36).

Crueldad legalizada

En 2017, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (MAPA) de Brasil aprobó un reglamento de inspección industrial y sanitaria de origen animal (RIISPOA) que permite el uso de carne de vacas embarazadas para el consumo, y desde entonces el número de vacas embarazadas matadas ha aumentado. Esta normativa ha sido denunciada como maltrato animal por inspectores y especialistas en bienestar animal.

Un informe publicado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria enumera varias razones por las que se manda a matar a las vacas embarazadas en Brasil: 

• Negligencia en la supervición de la crianza de los animales;
• La ausencia o el fracaso de las pruebas de embarazo por parte de los ganaderos; 
• El mal registro o la pérdida de información en la cadena comercial; 
• Consideraciones de salud y bienestar animal -por ejemplo, una hembra embarazada está enferma o afectada por una enfermedad que podría contagiar a otros animales;
• Ventajas de gestión -por ejemplo, las hembras embarazadas suelen ser más tranquilas que otros animales-; 
• Necesidad económica, por ejemplo, la venta de animales por motivos económicos.

¡Está en las manos del gobierno de Brasil parar esto!

Igualdad Animal pide al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Brasil que prohíba la matanza de vacas embarazadas haciendo lo siguiente: 

• Aprobar una nueva normativa que exija pruebas de embarazo para el envío de animales vivos de acuerdo con la norma mínima (NI 46/2018) exigida por la Organización Mundial de Sanidad Animal (WAHIS) para evitar el sufrimiento de las hembras embarazadas;
• Aumentar las inspecciones de bienestar animal en los mataderos de Brasil;
• Multar a los mataderos que no cumplan con la normativa de protección animal de Brasil.

Las imágenes son fuertes y tristes, pero es una realidad que no puede seguir oculta y debemos mostrarla al mundo. Nuestro equipo en Brasil ha mostrado una práctica que no es ajena a México, es por eso que nuestro equipo legislativo busca ponerle fin a este tipo de prácticas.

Dulce Ramírez, Directora Ejecutiva de Igualdad animal en México