¿Qué relación tiene el Coronavirus con los Rastros Clandestinos de México?
El mundo enfrenta hoy un virus que vuelve a cuestionar la relación que tenemos con los animales. Las prácticas culinarias de la humanidad que involucran el comercio y el consumo de animales, han puesto en jaque la salud pública de todos los continentes a lo largo de los años, dotando al hombre de una serie de enfermedades que en muchas ocasiones terminan en muerte.
Basta mencionar la pandemia de gripe porcina en 2009, enfermedad que saltó de cerdos a los humanos por ingerir su carne, el MERS – Síndrome respiratorio de Oriente Medio en 2012 por consumo de carne o leche de camello, o el recién COVID-19, virus que los científicos creen que se originó en un mercado húmedo o mercado de animales vivos en Wuhan, China, dónde animales silvestres como murciélagos, pangolines o cocodrilos, los domésticos como perros y gatos, y los de granja como pollos y cabras son hacinados en jaulas en condiciones poco sanitarias para que los clientes elijan entre el vasto catálogo enjaulado, el animal que se les antoje para obtener su carne fresca en ese instante, creando así el caldo de cultivo perfecto para enfermedades zoonóticas.
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Y aunque este tipo de matanzas insalubres y crueles de animales parecen muy lejanas de nuestro país, la realidad es que no, hay otros problemas de salud pública que deberían ser prioritarios en la agenda pública y preocupar a la comunidad mundial derivados también del comercio y el consumo de animales.
PERO, ESTO NO OCURRE EN MÉXICO, ¿O SI?
¡SÍ! El riesgo sanitario por el consumo de animales, está mucho más cerca de lo que pensamos…
Este ambiente infecto para la generación de enfermedades y la crueldad con la que son matados los animales no solo existe en los mercados húmedos de otros continentes, aquí, en México, los rastros clandestinos son un peligro inmediato para los humanos.
Imágenes inéditas de Igualdad Animal filmadas por nuestro equipo de investigadores, revelan que en estos rastros que operan en la Ciudad de México y en diversos estados de nuestro país, no existe ninguna medida que garantice un índice de higiene y salud, la irresponsable ausencia de inspección provoca que los animales sean matados en casas, patios, bodegas, con extrema crueldad y sin ningún procedimiento ni instalación adecuada, para de esta forma darlos en venta al público.
Y dado que estos sitios son clandestinos y operan en la ilegalidad, no existe una supervisión de la carne que sale a las calles, no se sabe si los animales están enfermos, o el lugar dónde son matados es insalubre, pudiendo causar algunas enfermedades que pueden contraer las personas al ingerir la carne.
En algunos de ellos se vende carne contaminada con clembuterol, sustancia prohibida para engordar al ganado y que suele estar presente en la carne aun después de que ha sido matado el animal, pues dicha sustancia se concentra en las vísceras, trasladando sus efectos al humano que come la carne contaminada y poniendo en riesgo a quienes padecen problemas cardiovasculares.
El clembuterol puede causar problemas de taquicardia, náuseas, incremento de la presión sanguínea e intoxicación, adormecimiento de las manos, temblores musculares, nerviosismo, dolor de cabeza y dolores musculares, lesiones hepáticas, cáncer estomacal, alteraciones de tiroides, disfunciones metabólicas, entre otras enfermedades de difícil tratamiento, que constituyen riesgo para la salud.
Adicional a esto, el estrés y brutal maltrato a la que son sometidos los animales en estos sitios, por la falta de recursos, de instrumentos, de conocimiento y de empatía, genera inmunodepresión en ellos, creando las condiciones perfectas para enfermedades que luego pueden transmitirse a los humanos.
La matanza de traspatio como comúnmente se le conoce a la matanza clandestina en México, al igual que sucede con la matanza en los mercados húmedos de otros países, se hace sin ningún tipo de condiciones de sanidad y es esta falta de controles sanitarios, lo que convierte a los rastros clandestinos en una constante amenaza para la salud pública de los mexicanos.
Es hora de actuar, sabemos que el mundo está atravesando por un momento de grandes retos sanitarios y nuestro país no es la excepción. Y es justo en estos momento que se deben tomar acciones contundentes para prevenir y erradicar los riesgos sanitarios derivados del consumo de animales.
Desde Igualdad Animal hemos lanzado #CDMXsinRastrosClandestinos, una campaña y petición para que juntos podamos poner fin a estos sitios que representan un continuo riesgo para nuestra salud y la de los animales.
Lograr una #CDMXsinRastrosClandestinos es proteger la salud humana y terminar con el horror que viven los animales en estos sitios.