Igualdad Animal presenta el impactante reportaje “Fábricas de carne”
Igualdad Animal España y el diario digital Público presentan juntos el reportaje “Fábricas de carne” , exponiendo la crueldad del crecimiento acelerado al que son sometidos los pollos dentro de la industria.
El equipo de investigaciones de Igualdad Animal en España visitó varias veces una misma granja durante las diferentes etapas de desarrollo de los animales. En la última visita nos acompañó la periodista Ana Pardo de Vera – directora corporativa de Público – y en ese momento los pollo se encontraban en los últimos días de crecimiento y pudimos registrar las consecuencias que trae para ellos la cría industrial masiva.
Sus cuerpos son su prisión
Debido a que ha sido seleccionado genéticamente, el pollo broiler crece en las granjas de engorde a un ritmo antinatural, tanto que si fuera un bebé humano pesaría 300 kilos a los dos meses de vida. Su sufrimiento es inimaginable: al no poder soportar su propio peso sufren terribles dolores y dificultad para caminar. Muchos agonizan echados en el piso por días antes de morir, entre sus excrementos y sin poder alcanzar el alimento o el agua.
Durante la última visita que hizo nuestro equipo los pollos se encontraban a 10 días de ser llevados al matadero. Esto último ocurre a los 42 días de nacidos cuando aún son bebés aunque sus cuerpos desarrollados antinaturalmente puedan hacernos creer lo contrario.
El abuso de antibióticos en la industria del pollo
La industria del pollo – al igual que el resto de la industria cárnica – no sólo somete a estos sensibles e inteligentes animales a una vida de inmenso sufrimiento como la que ya hemos descrito sino que, de paso, es una amenaza para la salud y vida de millones de personas.
El uso no terapéutico de antibióticos en pollos y otros animales sanos es uno de los procedimientos que practica desde hace décadas para prevenir brotes de enfermedades y para acelerar el crecimiento. La cría de animales a nivel industrial es posible debido a esto pero a un precio altísimo: han desatado una de las mayores amenazas tanto para animales como para humanos: la multiplicación de cepas de bacterias resistentes. Estas «superbacterias», como también se les conoce, provocan anualmente la muerte de 700,000 personas a causa de infecciones resistentes a los antibióticos.
Un informe del gobierno británico publicado en 2016, afirma que de no tomarse las medidas necesarias, en 2050 morirán más personas a causa de las superbacterias que por cáncer (8,2 millones de muertes) o accidentes de tráfico (1,2 millones).
Las granjas de pollo: origen de pandemias
El COVID-19 no es la primera enfermedad con un gran potencial infeccioso que se ha vinculado a la cría de animales. Inclusive, expertos de la Organización de la Naciones Unidas y de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (AESA) también han identificado que el foco de enfermedades emergentes son los animales y los productos que se derivan de ellos.
De hecho, la última gran amenaza se originó en pollos y fue la terrible y letal gripe aviar, una enfermedad que puede infectar a casi todas las especies de aves, incluídos los pollos criados para consumo en las gigantescas granjas industriales. Además de poder infectar a cerdos -lo cual incrementa su capacidad y alcance de infectar a humanos a través del consumo de la carne de este animal – puede infectar directamente a humanos provocando formas agudas de gripe que en muchos casos han causado la muerte de muchas personas.
De acuerdo con el doctor Michael Greger, especialista en enfermedades infecciosas “si tratamos de eliminar el riesgo de pandemias debemos obligatoriamente cambiar nuestro sistema de producción de alimentos basado en la ganadería industrial hacia uno basado en plantas. “El ciclo pandémico podría teóricamente romperse para siempre. La gripe aviar podría ser derrotada…[pero] mientras haya aves de corral, habrá pandemias”.