La otra cara de las fiestas: violencia para los animales
Contradictoriamente, las fiestas decembrinas —un periodo asociado a la unión, la gratitud y el afecto— son también la época del año en la que más violencia se ejerce contra los animales destinados al consumo humano.
Durante los días previos a las celebraciones, solo en México serán matados más de 3.249.032 animales entre pollos, gallinas, cerdos, borregos, vacas, cabras y guajolotes, para satisfacer la demanda de productos de origen animal. La magnitud de esta cifra es abrumadora, pero lo más doloroso es que detrás de cada número hay una vida individual, un ser con emociones, miedos, preferencias y vínculos familiares.
¿A QUÉ EDAD SON MATADOS LOS ANIMALES PARA CONSUMO?
Lo que pocas personas saben es que la mayoría de estos animales son matados cuando aún son prácticamente bebés. La inmensa mayoría tiene entre 2 y 4 meses de edad, un periodo en el que, como cualquier cría, deberían estar junto a sus madres, tomando su leche, reconociendo sus voces, sintiendo su calor y aprendiendo comportamientos básicos para sobrevivir.
Pero la industria les arrebata esa posibilidad.
Una separación temprana que no solo provoca estrés y sufrimiento inmediato, sino que también interrumpe uno de los vínculos más fuertes y esenciales de la naturaleza: el lazo entre una madre y su hijo.
LO QUE HEMOS PODIDO DOCUMENTAR
A través de nuestras investigaciones en México hemos visto de primera mano cómo ocurre esta separación y el profundo impacto emocional que tiene en madres e hijos que nunca volverán a encontrarse.
Hemos presenciado a borregas que corren desesperadas detrás de los camiones que se llevan a sus corderos; a vacas que llaman durante horas a sus crías y que intentan interponerse entre los trabajadores y los pequeños que quieren arrebatarles; a lechones que se acercan a las cerdas al llegar al rastro, buscando el confort y seguridad de una madre.
También hemos visto cómo animales plenamente conscientes —vacas, borregos, cerdos, aves— son sometidos a prácticas crueles en rastros que incumplen incluso la normativa básica: golpes, arrastres, descargas eléctricas, degollamientos sin aturdimiento previo. Son muertes que ocurren en medio del miedo, la confusión y la agonía.
Y, en esta época, la matanza se intensifica para dar abasto a los alimentos en las fiestas.
LA VIDA EN LAS GRANJAS NO ES VIDA
Antes de llegar al rastro, la existencia de la mayoría de estos animales transcurre en las sombras. Nacen y crecen en granjas industriales donde se les priva de todo lo que necesitan para prosperar: espacio, aire fresco, luz natural, interacción social saludable.
Muchas gallinas pasan su vida adulta en una jaula, hacinadas y estresadas; algunos cerdos nunca ven el sol; los pollos viven en naves tan saturadas que pasan la mayor parte de su vida sin moverse más que unos pocos pasos.
No hay un solo instante de alivio. No hay un solo día sin miedo o sin dolor.
Y, sin embargo, estos animales sienten tanto como los perros y gatos con quienes compartimos nuestra vida. Tienen personalidades únicas, preferencias, afectos. Buscan compañía, exploran, juegan, forman amistades y expresan alegría cuando tienen la oportunidad de vivir en libertad.
Es poco lo que podemos saber sobre ellos si permanecen siempre confinados en granjas y salen de ellas solo para ser convertidos en bandejas de carne. Pero todos ellos son individuos fascinantes, con personalidades únicas, deseos de estar junto a otros de su especie en ambientes donde sean respetados y puedan cuidar de sus hijos.
Basilico, un cordero rescatado por Igualdad Animal durante las fiestas, es un ejemplo luminoso de lo que ocurre cuando un animal tiene la oportunidad de vivir. Aunque llegó débil y temeroso, pronto comenzó a mostrar su personalidad: curioso, afectuoso, juguetón.
Su transformación demuestra algo simple, pero esencial: los animales quieren vivir, y valoran su vida tanto como nosotros valoramos la nuestra. Y, al igual que tú y yo, sienten miedo, dolor, alegría y tristeza y por eso no es justo lo que les ocurre.
TÚ PUEDES AYUDARLOS
Al acercarse las fiestas, los animales necesitan más que nunca que su historia sea escuchada. Y tú puedes ser esa voz.
El trabajo que Igualdad Animal ha realizado en los últimos 16 años nos ha dado la confianza de personas de todo el mundo. Personas como tú que decidieron aportar a nuestra misión por un mundo sin crueldad. Hoy tú puedes formar parte de este valiosísimo grupo de personas al aprovechar la oportunidad que tenemos por tiempo limitado de hacer una donación que ayude al doble de animales de los que normalmente ayudaría. Si, tu donas 100 pesos, los animales reciben 200 pesos y ayudarás a 200 animales con nuestro trabajo en vez de 100.
Recuerda que los donativos a Igualdad Animal en México son deducibles de impuestos.
¿Contamos contigo para seguir adelante?
Celebra con compasión
Estas fiestas, y durante todo el año, también puedes marcar una diferencia evitando contribuir a esta crueldad.
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Son una manera sencilla y poderosa de llevar paz a tu mesa, sin que ningún animal tenga que sufrir por ello.
inspira al cambio
Con capacidades emocionales sólidas y lazos familiares inquebrantables, los animales en granjas merecen ser protegidos. Puedes construir un mundo más compasivo reemplazando los productos de origen animal por otros de origen vegetal.
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