Protección animal, escudo contra la resistencia bacteriana
Cada 6 de julio se conmemora el Día Mundial de la Zoonosis, un momento propicio para reflexionar sobre nuestra relación con los animales de otras especies. Es crucial entender que la protección personal no es suficiente para prevenir estas enfermedades. La resistencia bacteriana en zoonosis subraya la importancia de cuidar también a los animales.
La idea de que sólo cuidándonos a nosotros mismos estaremos protegidos es errónea. La resistencia en bacterias humanas está estrechamente vinculada con la resistencia en bacterias de animales destinados al consumo, la cual se relaciona con el uso de antimicrobianos en estos animales. Proteger a los animales y controlar el uso de antibióticos es esencial para combatir eficazmente las zoonosis. ¡Es el escudo con el que contamos!
Zoonosis y la transferencia de malignidades
La zoonosis es una enfermedad que se transmite entre animales y seres humanos. Esto implica que ciertos patógenos, como virus, bacterias, parásitos u hongos, pueden transferirse de los animales a las personas, provocando enfermedades. Ejemplos comunes incluyen la gripe aviar, la rabia y la enfermedad de Lyme. La salmonelosis, por mencionar otra afección, es una zoonosis de origen alimentario, es decir, una enfermedad transmitida de animales a humanos a través de alimentos contaminados.
Un importante número de científicos ha planteado su preocupación por los riesgos en el tratamiento de animales vivos vendidos y matados en los mercados húmedos.
Igualdad Animal tiene una campaña mundial que exige el cierre de los mercados húmedos de animales. Estos mercados se llaman así por la sangre, vísceras, escamas y agua que empapan el suelo, recordando constantemente a los clientes la reciente matanza de animales para obtener carne “fresca“.
De acuerdo con el Dr. Jaipal Singh Gill, Director Ejecutivo de la Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (SPCA), “la pandemia de Covid-19 nos ha enseñado que la salud y el bienestar de los animales están ligados al bienestar de los seres humanos”, puesto que algunas enfermedades zoonóticas, como la gripe porcina y la gripe aviar, se transmiten cuando hay una estrecha proximidad entre los seres humanos y los animales que se mantienen en malas condiciones.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que existen cerca de 200 tipos de enfermedades zoonóticas, cada una de ellas representando un peligro global.
Resistencia antimicrobiana, una amenaza invisible
La resistencia antimicrobiana es un fenómeno en el cual ciertas bacterias desarrollan insensibilidad a la acción de determinados antibióticos, debido en gran medida al uso excesivo o inapropiado de estos fármacos en la medicina humana y veterinaria. Esta práctica ha provocado la aparición de cepas bacterianas que, a través de mecanismos genéticos, han adquirido la capacidad de resistir o neutralizar el efecto de los antibióticos, resultando en fracasos terapéuticos en el tratamiento de enfermedades infecciosas.
Cuando aparece resistencia en una cepa bacteriana zoonótica, el problema se agrava, ya que pone en peligro la efectividad de los tratamientos en humanos. La resistencia antimicrobiana en la flora bacteriana de animales y humanos puede transferirse entre especies, creando nuevas cepas resistentes.
Cada año, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), bajo la dirección de la Comisión Europea, reúnen y examinan datos de todos los Estados Miembros. La información obtenida se utiliza para crear un informe sobre la resistencia antimicrobiana en bacterias zoonóticas y en indicadores de personas, animales y alimentos. El propósito de este informe es monitorear continuamente la situación epidemiológica de cada enfermedad y evaluar la efectividad de las medidas preventivas implementadas.
Según el Informe de las resistencias antimicrobianas en bacterias zoonóticas e indicadoras de personas, animales y alimentos en 2021, un microorganismo se considera resistente a un determinado antibiótico cuando presenta mutaciones o mecanismos adquiridos que le confieren resistencia a la acción de dicho antibiótico.
Es crucial monitorear estas resistencias en humanos, animales, alimentos y el medio ambiente para evaluar las medidas de control y detectar nuevos casos.
Cuidarlos a ellos es cuidarnos a nosotros mismos
Es por esto que asegurar el bienestar de los animales considerados “de consumo” es fundamental para evitar la aparición de nuevas enfermedades y cepas.
La mejor forma de protegernos de un futuro en el que tanto humanos como animales estemos expuestos a enfermedades cada vez más alarmantes es optar por una alimentación basada en vegetales. No solo como método de prevención, sino también como acto de compasión hacia los animales más invisibilizados: aquellos confinados en granjas y rastros, maltratados continuamente por la industria de la carne, lácteos y huevos.
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El futuro nos pertenece, pero para transformarlo debemos empezar a actuar hoy mismo.
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