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En Cuaresma aumenta la crueldad hacia los peces


El aumento en la demanda de peces durante la temporada de Cuaresma en México aumenta la explotación y crueldad animal, así como la degradación del ecosistema marino.

Durante la temporada de Cuaresma en México, es común que se incremente el consumo de peces y otros animales marinos debido a las tradiciones religiosas que prohíben el consumo de carne roja en ciertos días. Sin embargo, este aumento en la demanda de peces tiene graves consecuencias de explotación y crueldad animal.

En México, el cultivo y la pesca de animales marinos se lleva a cabo a gran escala, y las prácticas que se utilizan a menudo son crueles e inhumanas. Los peces y otros animales marinos son mantenidos en condiciones insalubres y hacinados en estanques, lo que aumenta el riesgo de enfermedades y parásitos.

Además, la pesca con redes y anzuelos es una práctica extremadamente cruel. Muchos peces quedan atrapados y mueren lentamente en las redes o en los anzuelos antes de que sean retirados del agua. Esto es especialmente cierto en la pesca de arrastre, una técnica en la que una red grande es arrastrada por el fondo del océano para capturar una gran cantidad de peces de una sola vez. Esta técnica no solo es peligrosa para los peces, sino que también puede dañar gravemente el ecosistema marino.

Igualdad Animal realizó una investigación en granjas de tilapias que muestra cómo la crueldad y el maltrato son habituales ante la falta de leyes en nuestro país que protejan a estos animales.

Investigación de Igualdad Animal en la industria acuícola mexicana

En México, la producción de peces se realiza principalmente en estanques y jaulas flotantes. Los peces cultivados en estanques se crían en sistemas semi-intensivos o intensivos, y se cultivan en jaulas flotantes.

Otro problema relacionado con el aumento de la demanda de peces durante la temporada de Cuaresma es la sobrepesca. La pesca reduce drásticamente las poblaciones de peces y otros animales marinos, lo que afecta tanto a la biodiversidad como a las comunidades pesqueras locales que dependen de estas especies para su subsistencia.

De acuerdo al análisis de la Dra. Lynne Sneddon, conductualmente hablando, los peces pueden hacer lo mismo que los mamíferos: pueden formar relaciones, recordar sus propias acciones (habilidades cognitivas), tomar decisiones (evaluar riesgos y beneficios), tienen sentimientos (experimentan estados afectivos positivos y negativos) y tienen algún nivel de conciencia.

Por eso es muy importante que como consumidores se tomen decisiones informadas y éticas.

Sí existen opciones libres de crueldad.

Love Veg ha lanzado dos recetarios para ayudar a los peces y reducir el grave impacto que tiene el incremento de su consumo en Cuaresma.


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