11 años después: hago lo que sea necesario por los animales
Soy Sharon Núñez, presidenta y cofundadora de Igualdad Animal. Han pasado 11 años desde que me encontré sentada en una celda oscura en el norte de España. Los fuegos artificiales estallaron a unos pocos kilómetros de distancia.
La celda solo tenía tres cosas: un inodoro, un colchón y un lavabo para beber. Podía sentir a los guardias observándome a través de las cámaras en las paredes.
Recuerdo vívidamente el verano de 2011.
Me arrestaron por usar una cámara para filmar la suciedad y el dolor dentro de las granjas industriales
Afuera, la gente celebraba “San Juan”, el inicio de la temporada de verano en España. En mi interior, estaba contando cuántos años podría pasar en prisión.
A pesar de las altas temperaturas, la celda estaba húmeda y fría.
Pasé cinco días en esa celda, preguntándome:
¿Qué sería de mí después?
¿Qué pasaría con las diez personas con las que fui arrestada?
¿Qué pasaría con los animales?
Todo comenzó en 2006 cuando se fundó Igualdad Animal. José Valle, Javier Moreno y yo sabíamos que necesitábamos mostrar lo que les estaba pasando a los animales en las granjas industriales. Pocos creían que las condiciones que describíamos durante nuestras protestas fueran reales.
Entonces, decidimos tomar una cámara y mostrarles la verdad
Pasamos años investigando granjas y rastros: cinco rastros, 172 granjas de cerdos y docenas de granjas de pollos y gallinas. En esas granjas conocí a los cerdos, gallinas, pollos, borregos y vacas que me comprometí a defender el día que me convertí en activista. Incluso logré rescatar a algunos de ellos.
Con lágrimas en los ojos, grabé tumores sangrantes del tamaño de una pelota de baloncesto en cerdos. Grabé gallinas que se habían quedado sin plumas debido a la constante fricción de sus alas contra las jaulas de alambre. Grabé pollos en tal agonía que habían renunciado a la vida; yacían sin aliento en una nave llena de sus propios excrementos.
Todo estaba sucediendo justo en frente de mí.
Los medios en España quedaron impactados con las imágenes. Transmitieron las imágenes de nuestras investigaciones en horario de máxima audiencia y ocuparon las principales páginas de los periódicos. Fui entrevistada en la televisión y la radio. Millones se sentaron frente a sus pantallas de televisión, viendo el interior de una granja industrial por primera vez.
Empezaron a creer que los animales en granjas merecían respeto.
Y la industria ganadera estaba furiosa
Comenzaron a seguirme a mí, a mis amigos y a otros defensores. Asistieron a nuestras protestas y nos grabaron. Nos insultaron en los medios. También involucraron a un juez y a la policía en la investigación de nuestro trabajo. Mis conversaciones telefónicas privadas fueron intervenidas durante años. E incluso fueron tras mi familia.
La policía finalmente arrestó a otras 10 personas y a mí el 11 de junio de 2011. La policía me detuvo y me arrestó cuando me dirigía a grabar un rastro.
Mientras me llevaban a la cárcel, sostuve la mano de otro activista y me di cuenta del efecto de nuestro trabajo y hasta dónde estaban dispuestos a llegar para detenernos.
La industria quería poner fin a las investigaciones. Y trató de ocultarte la verdad sobre lo que le hace a los animales.
Pero falló. Defensores de todo el mundo estallaron en protestas, pidiendo nuestra liberación inmediata.
Nuestro caso finalmente se cerró años después. Otro juez se dio cuenta de que el caso contra mí y otros activistas no tenía fundamento y que lo que estábamos haciendo no era ilegal.
Y en lugar de disuadirme, esto me hizo más fuerte. Salí de la cárcel prometiéndoles a los animales que lo haría todo de nuevo por ellos y lucharía hasta el final.
Y he cumplido mi promesa
Desde mi arresto en 2011, Igualdad Animal se ha convertido en una fuerza mundial imparable. Estamos trabajando en ocho países y publicando investigaciones que han aparecido en The New York Times, CNN, El País, Imagen Televisión y Aristegui Noticias.
Uno de los mensajes más pacÍficamente revolucionarios de la historia de la humanidad: Los animales están en el mundo para vivir sus vidas.
Sharon Núñez, Presidenta y Cofundadora de Igualdad Animal
Hemos visitado más de 800 instalaciones que mantienen y lastiman animales, y hemos publicado más de 150 investigaciones a nivel internacional. Las imágenes filmadas por Igualdad Animal ayudaron a prohibir la importación de foie gras en la India. Han ayudado a prohibir las prácticas más crueles en granjas y rastros en México. Y han alentado a cientos de empresas a adoptar políticas que reduzcan significativamente el sufrimiento de los animales. También inspiraron a millones de personas a elegir alimentos basados en plantas, libres de crueldad.
Pero nuestro trabajo aún no ha terminado. Industrias poderosas continúan abusando y matando animales, tratan de silenciar a los defensores y detienen las investigaciones. En los Estados Unidos, por ejemplo, ahora hay estados donde documentar el abuso animal conlleva una sentencia más dura que abusar del animal, y enfrentamos amenazas similares en muchos otros países en los que estamos trabajando.
El frío de esa celda y la sensación de que la industria haría cualquier cosa por detenerme siguen muy presentes para mí.
Pero también lo es mi determinación de ayudar a los animales, cueste lo que cueste. Sé que tú y miles de personas de todo el mundo comparten ese mismo espíritu.
Somos imparables
Hoy comparto uno de mis momentos más difíciles porque los animales aún nos necesitan. Necesitan personas como tú que luchen para que se cuenten sus historias.
Nuestro trabajo aún no ha terminado
Igualdad Animal no permitirá que la industria cárnica silencie nuestro trabajo o los gritos de los animales a los que maltrata, porque sabemos que es posible un mundo en el que todos los animales sean respetados y protegidos. Puedes apoyar nuestro trabajo y a los valientes investigadores que lo hacen posible mediante una aportación.