¿De dónde vienen los peces? Por primera vez las “granjas” superan a la pesca
La demanda por la carne de pez y las prácticas insostenibles de pesca están cambiando los métodos en que estos animales son explotados para consumo humano.
En 2022, la acuacultura (la cría intensiva de peces) superó por primera vez a la pesca de captura como la principal productora mundial de carne de animales acuáticos y la mayoría de estos procesos fueron realizados al interior de territorios no marítimos.
En otras palabras: la mayoría de los peces actualmente utilizados para consumo humano nunca fueron libres y están siendo explotados en una de las industrias más crueles e intensivas.
La “alternativa” engañosa
De acuerdo con el reporte “Estado Mundial de la Pesca y Acuacultura 2024” de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, mejor conocida por sus siglas en inglés FAO, en 2022 la acuacultura rompió récord con 94 millones de toneladas producidas que, además, representaron el 57 por ciento del total producido para consumo humano.
En un reciente informe publicado por Igualdad Animal, la organización reveló que tan sólo en México más de 477 millones de peces (vistos como individuos) son matados al año por la industria de la acuacultura.
La acuacultura es vista como una “alternativa” a la pesca y sus problemas de insostenibilidad, sin embargo, en su informe, la FAO reconoce que la pesca de captura se ha mantenido estable mientras la acuacultura continúa en aumento.
Es decir, mientras se sigue sobreexplotando a los peces en los océanos, también está aumentando su explotación en “granjas”. Por si fuera poco, la FAO estima que ambas formas de explotación continuarán creciendo en los próximos años.
A ello se suma el “motivo de preocupación” de la agencia de la ONU: numerosos países no reportaron sus datos sobre acuacultura ni tampoco lo hizo casi la mitad de los 208 productores mundiales.
La estimación de la cifra no reportada de alcanzó las 13.3 millones de toneladas de animales acuáticos.
La acuacultura y el sufrimiento animal
La cría intensiva de peces es un modelo que saca el “mayor provecho” de estos animales a costa de su sufrimiento. Por esta razón es común que se realice en espacios en donde los peces están hacinados y en aguas escasas e insalubres.
Como parte de sus investigaciones y la campaña “Los peces sienten, ¡protégelos hoy!”, la organización internacional Igualdad Animal reveló prácticas dolorosas como aplastamiento, asfixia, mutilaciones y decapitación. Todo esto mientras los peces están plenamente conscientes.
A diferencia de la pesca, en la acuacultura los peces pasan toda su vida en condiciones adversas que pueden prolongarse hasta dos años, dependiendo de la especie. Estos animales nunca fueron libres y, literalmente, nacieron para vivir explotados y morir dolorosamente.
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