Todo lo que debes saber sobre la acuacultura y la crueldad contra los peces
Es fácil imaginarnos lo que sienten los animales más parecidos a nosotros, pensar que los mamíferos como vacas o perros prefieren dormir sobre una superficie cómoda, refrescarse con agua fría cuando hace calor y buscar refugio al llover, algunas especies buscan tener relaciones sociales, en resumen, quieren vivir cómodamente, experimentando estados positivos.
De igual forma, los peces tienen cierto nivel de consciencia y también buscan su bienestar, no hay duda de que son capaces de experimentar emociones, pueden sufrir dolor porque son seres sintientes, aunque sus formas de expresarse son diferentes.
Los peces también buscan vivir libres de dolor y expresar sus comportamientos naturales y sociales como proteger a sus crías, sin embargo esto se ve frustrado cuando son explotados para consumo humano.
¿Qué hay que saber sobre los peces en la acuacultura?
Antes que nada, es importante preguntarnos qué es la industria acuícola y qué finalidad tiene. Probablemente pensabas que todos los peces que se comen provienen de la pesca, pero esto no es así, un gran porcentaje de ellos provienen de la acuacultura en la que se les reproduce, engorda y mata para ser vendidos como alimento, todo esto en espacios controlados, como estanques, jaulas, canales de corriente, entre otros.
Podemos decir que la finalidad de la industria acuícola es la explotación de los peces de forma más intensiva, confinando a una mayor cantidad de animales en poco espacio para obtener mayor provecho de ellos a costa de su bienestar.
Ya hemos dejado claro que los peces tienen capacidad de sufrir y que su nivel de sufrimiento dependerá de las condiciones de vida que experimenten, por eso hay que saber que en la acuacultura padecen por diferentes causas.
La mala calidad del agua es uno de los problemas más importantes, pues se trata del medio en el que se desarrollan sus vidas. Imagina que estás en un espacio donde falta oxígeno, la temperatura es más o menos alta de la ideal y además hay un olor sofocante y desagradable por altos niveles de amonio. Este escenario es el que puede vivir cualquier pez en una explotación acuícola.
Esto se suma a que es normal que existan altas densidades de población, es decir, que existan muchos individuos en un espacio pequeño, lo cual empeora toda la situación y hace más agudo el estrés.
Es evidente que las enfermedades y lesiones se presentarán en un ambiente así de malo, donde los animales se encuentran débiles y propensos a contagiarse o ser víctimas de agresiones por estrés que terminan en heridas en las aletas o mordeduras en diversas partes del cuerpo, incluso en nuestras investigaciones hemos recolectado evidencia de canibalismo.
Como en el caso del resto de animales usados para consumo, la matanza mientras se encuentran totalmente conscientes es un gravísimo problema, los peces suelen ser sacados del agua y dejados a morir por asfixia o se les corta la cabeza y se les quita las escamas mientras siguen vivos y pueden sentir todo el dolor.
El encierro de animales sintientes bajo estas condiciones es totalmente incompatible con su bienestar, la industria que usa a los animales para consumo humano provoca grave sufrimiento y, en el caso de la acuacultura, el número de individuos dañados es tan grande que tradicionalmente se cuenta en toneladas, imagínate.
¿Y las leyes de protección animal?
Las leyes que deberían proteger a todas las especies animales excluyen a las que son explotadas para consumo humano, con pocas excepciones gracias al trabajo de Igualdad Animal, y tampoco incluyen a los peces, por ello el maltrato en las granjas de acuacultura suele quedar impune.
Existen Normas Oficiales Mexicanas que regulan el transporte y la matanza, las cuales sí incluyen a vacas, cerdos y aves, pero no a los peces.
Las leyes que esperaríamos que sí o sí los mencionen, como la ley en materia de pesca y acuacultura, solo los clasifican como recursos, dejándolos aún más vulnerables. Esto nos habla de la urgencia de hacer algo para cambiar sus vidas.
¿Cómo cuidar a los peces?
Tú puedes ayudarnos a proteger a los peces ahora que sabes lo que viven en la industria acuícola. Hay muchas personas que compartimos el deseo de un mundo donde se respeten a todos los animales, si quieres ser parte de este movimiento te invitamos a unirte hoy mismo a nuestra campaña “Los peces sienten, ¡protégelos hoy!”.
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