

Sistema de crueldad en la industria láctea española
Contrario a la publicidad que la industria de la leche vende sobre vacas libres y felices, una investigación de Igualdad Animal reveló una realidad muy distinta: las vacas permanecen inmovilizadas de forma permanente, mientras los trabajadores se desplazan para ordeñarlas. Tras ciclos repetidos de inseminaciones forzadas, los terneros son separados de sus madres poco después del parto.
Además, las vacas son mantenidas atadas y controladas mediante un sistema eléctrico conocido como “pastor”, que les provoca descargas cuando intentan moverse.
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