Proteger a los animales de la crueldad: mi viaje como activista en España

Cuando era niño, mis vecinos mataron a un cerdo delante de mí.

Sólo tenía ocho años, pero me impactó profundamente.

Al escuchar los gritos del cerdo comprendí que sentía dolor igual que yo.

También comprendí que lo que estaba ocurriendo estaba mal. Pero no sabía qué podía hacer al respecto.

Por aquel entonces yo era un niño que vivía en el campo, en el norte de España.

Más tarde me enteré de la existencia de las granjas industriales y de cómo la industria cárnica maltrata a los animales.

Cuando me di cuenta de cuántos animales están siendo afectados -cuántas víctimas hay- me sentí enormemente responsable y supe que debía ayudarlos.

No podía seguir apoyando esa crueldad. Decidí dejar de consumir productos animales.

Empecé a investigar las granjas industriales y los rastros de todo el país. Me subía a un tren con mi cámara y viajaba a un rastro, grabando lo que veía.

Le enseñaba a la gente lo que había descubierto y siempre se escandalizaban por la crueldad. Pero luego decían: “Ah, pero la mayoría de las granjas no son así”.

Así que, junto con mis amigos Sharon y Javier, decidimos investigar más de 50 granjas y rastros de todo el país. Lo hicimos todo en apenas un año.

Si piensas que este trabajo suena horrible, tendrías razón. La verdad es que no fue nada fácil.

Una vez, vi a un trabajador del rastro intentar dejar inconsciente a una cerda electrocutándola.

Pero utilizó las pinzas eléctricas de forma incorrecta, colocándolas en distintas partes del cuerpo de la cerda en lugar de en su cabeza. Sintió la descarga eléctrica, pero no cayó inconsciente.

Gritó de dolor durante varios minutos hasta que falleció.

Algunas noches tuve pesadillas con lo que había visto.

Pero estaba tan decidida a ayudar a los animales que dejé de lado mis sentimientos. Pensé: ‘Sea lo que sea por lo que estoy pasando ahora, no es tan malo como lo que están pasando los animales’.

Así que continué.

Compartimos las imágenes con algunos periodistas importantes, que las emitieron en directo en la televisión nacional. Es difícil expresar con palabras la respuesta que recibió.

Hubo una gran reacción en toda España, y nuestro trabajo se dio a conocer rápidamente en todo el país. El artista Banksy incluso se inspiró en ella para una de sus obras.

También empezamos a recibir correos electrónicos de otros activistas de todo el mundo que querían ayudar.

Pronto me di cuenta de que nuestras investigaciones estaban conectando con la gente y de que hay otras personas decididas a ayudar a los animales, por muy mala que sea la situación.

Poco a poco se nos fueron uniendo más investigadores. Con el tiempo, nos convertimos en la Igualdad Animal que ves hoy y hemos evitado a muchos animales una vida de sufrimiento.

Cuando pienso en cuando tenía ocho años y en la experiencia que viví, viendo cómo mataban a la cerda madre delante de mí, no hay duda de que me impactó. Todavía la recuerdo.

Pero también había muchas personas a mi alrededor que vieron lo mismo y reaccionaron de forma muy diferente.

A veces me pregunto qué lleva a la gente a ayudar a los animales y qué lleva a otras personas a hacerles daño.

No estoy seguro de conocer la respuesta.

Lo que sí sé es que todos y cada uno de los que nos preocupamos por los animales somos increíblemente valiosos.

Cerdos, gallinas, vacas, pollos, peces… para cada uno de estos animales, hay una industria construida con el único propósito de explotarlos por dinero.

Y cada una de esas industrias está dirigida por personas que explotan a los animales en nombre del lucro.

No está bien y debemos hacerles frente.

Cuantos más seamos los que nos unamos para luchar por los animales, antes podremos crear un mundo en el que todos los animales sean respetados y protegidos.

Incluso el acto más pequeño, realizado una y otra vez, puede sumar algo asombroso. Así es como se consigue el cambio a largo plazo.

Dicho esto, te pido que apoyes a los animales y a nuestros investigadores haciendo hoy mismo una aportación a Igualdad Animal.

El trabajo que Igualdad Animal ha realizado en los últimos 16 años nos ha dado la confianza de personas de todo el mundo. Personas como tú que decidieron aportar a nuestra misión por un mundo sin crueldad. Hoy tú puedes formar parte de este valiosísimo grupo de personas al aprovechar la oportunidad que tenemos por tiempo limitado de hacer una donación que ayude al doble de animales de los que normalmente ayudaría. Si, tu donas 100 pesos, los animales reciben 200 pesos y ayudarás a 200 animales con nuestro trabajo en vez de 100.

Recuerda que los donativos a Igualdad Animal en México son deducibles de impuestos.

¿Contamos contigo para seguir adelante?

Y si no puedes aportar ahora, aún puedes proteger a los animales cada día sustituyendo la carne, los lácteos y los huevos por deliciosas y sanas proteínas vegetales.

Juntos, mostraremos a la gente y a las empresas que explotan a los animales que el cambio está llegando. Y que siempre estaremos aquí, luchando por los animales, porque darles la espalda nunca es una opción.

Gracias a todos,

Jose Valle