¿Los peces sienten dolor? Mitos y realidades de su sensibilidad
La industria acuícola nos ha insensibilizado, llevándonos a ignorar que una gran variedad de especies son muy parecidas a nosotros. Vulnerabilidad, dolor, alegría, miedo: estas emociones y comportamientos, que forman parte del espectro de la conciencia en la vida de los animales sociales, también están presentes en los animales explotados por esta industria, incluidos los más olvidados: los peces.
En su artículo “Inteligencia, sensibilidad y ética en los peces”, el Dr. Culum Brown, profesor del Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad Macquarie, en Sídney, explica que gran parte de la insensibilización hacia los peces proviene de la amplia brecha entre la percepción popular sobre su inteligencia y la realidad científica.
“Esto es un asunto importante porque la percepción pública influye en la formulación de políticas gubernamentales”, explica el académico. “La percepción de la inteligencia de un animal a menudo determina si lo incluimos o no en nuestro círculo moral. Desde una perspectiva de bienestar, la mayoría de los investigadores sugieren que si un animal es sintiente, probablemente pueda sufrir, y por lo tanto, debería recibir algún tipo de protección formal”.
“Esto nos lleva a preguntarnos: ¿cuál es la diferencia ética entre la explotación y matanza de un perro y las de un pez? La respuesta: únicamente nuestra percepción.
El profesor Donald Broom, biólogo en la Universidad de Cambridge, resume esto diciendo: “Existen algunas diferencias sensoriales entre los peces y los mamíferos debido a que los peces viven en el agua, pero los peces sienten dolor de manera muy similar a como lo hacen los mamíferos y las aves”.
Algunas especies de peces pueden incluso percibir los niveles de estrés en sus compañeros, lo que nos habla no solo de su propia capacidad de sentir, sino de entender las emociones de otros. En eso son muy parecidos a nosotros, por lo que se trata de un mito que no son conscientes.
Por su parte, Brown advierte que de no entender a los animales, es difícil identificarnos con ellos. Y al no existir esa conexión, es menos probable sentir empatía. Por ello, la próxima vez que veas a un pez fuera del agua, luchando por su vida, te invito a reflexionar: ¿Qué te dicen sus ojos? ¿Puedes ver el dolor en ellos?
A continuación, te comparto algunas verdades innegables sobre la capacidad de sentir de los peces.
SIENTEN DOLOR
En la comunidad científica se ha aceptado ampliamente que los peces sienten dolor en la misma medida que otros animales, pero debido a que los peces no tienen las mismas expresiones faciales o vocales que los mamíferos (por ejemplo, gritar), su sufrimiento a menudo se ignora. Nuestras leyes ni siquiera protegen a los peces contra métodos de matanza crueles y prolongados que, sin duda, hacen que estos animales mueran en agonía.
TIENEN EMOCIONES
Los peces no solo sienten dolor físico; la evidencia sugiere que también experimentan emociones y tienen conciencia de sí mismos. Esto implica que cuando son atrapados, enganchados o arponeados y extraídos del agua, es muy probable que sientan terror mientras comienzan a asfixiarse. Los peces en granjas acuícolas, confinados en espacios reducidos, probablemente viven en un estado constante de angustia psicológica.
AUTOCONCIENCIA
Algunos peces son capaces de reconocerse en imágenes y espejos, lo que indica autoconciencia. Esta sorprendente habilidad sugiere que podríamos tener más en común con los habitantes del mar de lo que pensábamos.
CARACTERÍSTICAS COGNITIVAS COMPLEJAS
Estos animales pueden recordar rutas de miles de kilómetros que han recorrido previamente y utilizar herramientas para obtener alimento. Además, se ha demostrado que pueden reconocer a más de 100 individuos diferentes durante meses, desafiando la creencia popular de que su memoria es limitada. De hecho, algunas especies tienen una memoria extraordinaria.
Los peces sienten dolor, esa es una verdad irrefutable. Como sostiene el Dr. Brown: “sería imposible para los peces sobrevivir como los animales cognitivamente y conductualmente complejos que son sin la capacidad de sentir dolor”.
En su artículo, destaca que la percepción del dolor es esencial para la supervivencia animal y que tiene profundas raíces evolutivas en todas las especies de vertebrados.
¡ES TIEMPO DE AYUDARLOS!
La ciencia es clara: los peces no solo sienten alegría y dolor, sino que también poseen capacidades sorprendentes. Es momento de dejarlos fuera de tu plato y probar algunos sustitutos deliciosos y saludables. En este enlace descubrirás recetas increíbles y originales para sustituir a los peces. ¡Sin duda, estos platillos te sorprenderán!
DEFIENDE A LOS DESPROTEGIDOS
Los científicos confirman: Los peces tienen vida emocional y la capacidad de sentir. Ayuda a estos seres sensibles eligiendo alternativas de origen vegetal a los productos alimenticios de origen animal.
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