

La Ley General de Protección Animal debe incluir a los animales en granjas
Los animales criados para consumo son los más explotados, los que más sufren y, al mismo tiempo, los más invisibilizados y desprotegidos. La ciencia lo ha confirmado en repetidas ocasiones: cerdos, vacas, borregos, pollos y gallinas son seres sintientes y conscientes como cualquier animal.
Estas características significan que los animales son capaces de darse cuenta de su entorno y experimentar tanto placer como sufrimiento. En las granjas y rastros, es el sufrimiento el que predomina durante toda su vida, en Igualdad Animal lo hemos documentado en cada investigación que hemos realizado.
Elegir una alimentación respetuosa con los animales es una herramienta directa y poderosa para terminar con ese sufrimiento y por eso cada día más gente la está adoptando. Sin embargo, no podemos permitir que los millones de animales que hoy están confinados en granjas y rastros sigan sufriendo, por lo que crear un marco regulatorio que garantice su bienestar es imprescindible; la próxima Ley General de Protección Animal debe tenerlo en cuenta e Igualdad Animal trabaja con el Congreso para asegurarse que así suceda.
¿Qué animales deberá incluir la Ley General?
Todos, así de simple. La Ley General de Protección Animal tiene su fundamento en las reformas a la Constitución que establecieron, por primera vez, el deber de proteger a todos los animales, por lo que una ley secundaria, como también se le conoce, debe guiarse y respetar el mandato constitucional.
De esta manera, la Ley General deberá establecer disposiciones para la protección y bienestar de animales criados para consumo y quién debe garantizarlas.
¿Cómo se protege a estos animales?
En granjas y rastros, los animales viven prácticas que les generan dolor, sufrimiento y en muchas ocasiones, les conlleva a la muerte en agonía. La gran mayoría de estas prácticas como el corte de cola y dientes sin anestesia a cerdos, el corte de cuernos a vacas o el ayuno forzado a gallinas no sólo son métodos generalizados, sino legales.
Otras circunstancias que generan daño a los animales es el hacinamiento, instalaciones peligrosas e insalubres y ausencia de atención veterinaria.
Muchas de estás prácticas u omisiones ya han sido reguladas por ley en tres entidades de México, impulsadas por el trabajo de Igualdad Animal. Por ejemplo, en Oaxaca, el último estad que ha aprobado protección específica para los animales en granjas, la ley establece que éstos deberán tener:
- Acceso a agua y alimentación adecuada;
- Un alojamiento que no represente un peligro para su salud y que tenga enriquecimiento;
- Periodos de luz y oscuridad adecuados;
- Que la selección genética tome en cuenta su bienestar y no solo su el máximo; aprovechamiento de sus cuerpos;
- No se someta a ayuno a las gallinas y se regule la producción libre de jaula;
- Se prohíbe la producción y comercialización de todo producto elaborado a través de la alimentación forzada;
- La matanza debe realizarse previo aturdimiento para evitar que los animales estén conscientes y se debe tener videovigilancia.
Por eso te invitamos a que, si no lo has hecho, firmes nuestra petición por la primera Ley General de Protección Animal y le hagamos saber a las legisladoras y legisladores que ¡todos los animales importan!
Si bien estas leyes tienen como fin reducir el sufrimiento a los animales, la manera más efectiva que todas las personas tenemos para terminar con su explotación es elegir una alimentación respetuosa de origen vegetal. Visita Love Leg México para consultar cómo hacerlo y descargar cientos de recetas gratuitas.

DEFIENDE LA MATERNIDAD
Los instintos maternales de una vaca fomentan un vínculo tierno con su vulnerable cría. Preserva esta tierna relación eligiendo alternativas de origen vegetal a los productos lácteos.
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