En el día del huevo ¡hablemos de las gallinas!
Este 14 de octubre es el Día Mundial del Huevo, una “autocelebración” de esa industria con la que busca impulsar su consumo a través de una narrativa sobre sus supuestos beneficios para las personas y con imágenes que no corresponden a la realidad.
Huevos animados, coloridos y en ambientes festivos. Esa es la narrativa visual promovida por la Comisión Internacional del Huevo para esta fecha, pero ¿y las gallinas? Ausentes.
Esta desvinculación no es un error. La industria las excluye en búsqueda de que la gente no relacione la “producción” de huevo y la crueldad animal que necesariamente conlleva.
Por supuesto, el discurso textual va de la mano con el visual, pues la industria omite mencionar a las gallinas o hablar sobre su bienestar y se limita a compartir supuestos beneficios para las comunidades y para las personas.
Por eso, hoy queremos compartirte que el huevo no es un producto tan inofensivo como nos lo han hecho creer, y sus aportes nutricionales también pueden encontrarse en alternativas vegetales.
Pero, ¿qué lo llevó a convertirse en un producto presente en los platos de las personas?
La ganadería industrial gasta millones de recursos para avalar los productos que obtiene de la explotación de animales altamente sensibles como las gallinas. Además, los huevos se consumen de manera tan acelerada que mucha gente ha olvidado por completo que el huevo no es un producto que se genere espontáneamente, sino que es puesto por gallinas que se encuentran maltratadas física y emocionalmente.
Con la saturación de información manipulada y promovida por la industria, hemos permitido que ésta permee en el consciente colectivo de la sociedad, haciendo ver al huevo como un alimento ejemplar, con cualidades irremplazables.
La presencia del huevo está en todas partes
En muchos productos encontramos como ingrediente al huevo o sus múltiples derivados.
El caso del huevo se asemeja mucho a otros productos provenientes de la ganadería donde ya no se sabe si el huevo está en todos lados porque se consume, o se consume porque está en todos lados.
A pesar de saber toda esa información, la industria avícola se ha encargado de ocultar dentro de granjas de producción masiva el verdadero costo del huevo. La realidad es que, el consumo acelerado y voraz del huevo causa muchas horas de sufrimiento a las gallinas, forzándolas a pasar la mayor parte de su vida encerradas en jaulas que les causan lesiones, enfermedades y hasta la muerte.
Hablemos de las gallinas en la industria del huevo
En promedio, una gallina dentro de la industria avícola pone 300 huevos anualmente, es decir, le toma aproximadamente 29 horas poner un solo huevo.
Esto significa que el tiempo de producción para abastecer el consumo promedio anual de huevo de un mexicano, ¡es de más de 10,000 horas al año!
La esperanza de vida de una gallina es de hasta 10 años, pero en la industria del huevo viven en promedio 2 años. Tiempo en el que no pueden extender sus alas, ni realizar comportamientos instintivos básicos de su especie, mientras son sometidas a prácticas crueles, como cortarles una parte del pico sin anestesia.
Las gallinas no pueden echarse, ni sentir el del suelo firme bajo sus patas, dentro de jaulas con barrotes que les provocan malestar y deformaciones.
Además, son sometidas a prácticas como la muda forzada o pelecha por ayuno privándolas de agua y alimento hasta por 7 días. Con las extremidades lastimadas, dermatitis, conductas de agresión como canibalismo por el hambre y estrés, agonizan durante días sin recibir atención médica.
En México, se mata un pollito macho por cada gallina que se mantiene en jaula. Normalmente triturándolos vivos.
México es el mayor consumidor de huevo en el mundo y uno de los principales productores a nivel mundial, por lo tanto, también uno de los países donde más gallinas sufren cada día. ¿Realmente es un día para ser celebrado?
El conjunto de pruebas que hemos destapado en Igualdad Animal son una denuncia pública contra esta industria. Los consumidores tienen el derecho a saber cómo se produce lo que consumen, es así como se pueden tomar decisiones compasivas con los animales.
Dulce Ramírez, Directora de Igualdad Animal México
¿Cómo podemos ayudar a las gallinas?
Únete a Protectores de Animales, el grupo de voluntarios digitales de Igualdad Animal que han decidido alzar la voz y ayudar a los animales más indefensos al rechazar la crueldad.
Con solo unos minutos a la semana estarás cambiando la vida de los animales. Ayuda a terminar con el miedo y el dolor que sienten en las granjas y en los rastros, ¡los animales te necesitan!
Elige la compasión
Te invitamos a que te unas a nuestra campaña “Elige Sin Jaulas” y comiences a reducir su sufrimiento. Al sumar tu compromiso, recibirás un recetario gratis que te permitirá generar un impacto positivo en la vida de las gallinas.
La mejor manera de ayudar a las gallinas es sacando el huevo de tu alimentación y reemplazarlo por deliciosas alternativas vegetales que no solo lo superan en nutrientes sino que también son versátiles para otras preparaciones como repostería. ¡Te sorprenderás!
FOMENTA LA COMPASIÓN
Como madre capaz de sentir, una gallina defenderá a sus pollitos a toda costa. Apoya el amor de una madre reemplazando los huevos en tus comidas con alternativas a base de plantas.