Día Mundial del Cerdo: una conmemoración a la crueldad
Cada 15 de marzo se celebra el Día Mundial del Cerdo, un nombre que podría sugerir reconocimiento y respeto. Sin embargo, la realidad es muy distinta: en lugar de conmemorar a estos animales, la industria ganadera lo usa como una excusa para celebrar su explotación y sufrimiento.
Detrás de los títulos ambiguos de la industria y la mercadotecnia de “animales felices”, los cerdos, como tantos otros animales explotados, son golpeados, mutilados, colgados de sus extremidades y matados estando plenamente conscientes.
El sufrimiento detrás de la producción
Estos sensibles animales, individuos capaces de contagiarse emocionalmente de sus compañeros, para bien o para mal, pasan su vida hacinados en espacios insalubres en los que se les niegan los comportamientos básicos de su naturaleza. El sufrimiento es lo único que conocen desde el primer día de vida. Su muerte es lenta, dolorosa y de una agonía indescriptible. En los rastros, los cerdos ven cómo se mata a otros animales.
Solo en su último día de vida, mientras son transportados al rastro, los cerdos sienten por primera vez el sol sobre su piel y el aire libre.
Esa es la realidad oculta tras la producción de carne.
Cómo son los cerdos
Los cerdos son animales extraordinarios, sensibles e inteligentes. Tal vez, si las personas los conocieran más de cerca, descubrirían que no son tan distintos de los animales que elegimos amar y proteger, como perros y gatos.
Diferentes estudios provenientes de las instituciones más prestigiosas a nivel mundial se han centrado en el mundo emocional de los cerdos, descubriendo, a su vez, una complejidad vivencial y cognitiva.
El estudio más reciente sobre la capacidad cognitiva de los cerdos es Enrichment Enhances Cognitive Performance in Pigs (2021), realizado por investigadores de Purdue University, y aporta hallazgos fascinantes sobre la inteligencia y habilidades de resolución de problemas en estos animales.
Este estudio demuestra que la inteligencia de los cerdos es tal, que pueden aprender a jugar videojuegos. Para llegar a este resultado, se entrenó a cuatro cerdos para mover un cursor en una pantalla utilizando una palanca de mando. Cada uno de ellos, aprendió a asociar los movimientos de la palanca con la dirección en la pantalla, lo que demuestra su capacidad para comprender relaciones causa-efecto.
Esto es importante porque encapsula una verdad importante: los cerdos pueden tomar decisiones basadas en el entendimiento de las causas y efectos, priorizando siempre su propio bienestar y el de sus compañeros.
Durante el experimento, quedó claro que los cerdos mejoraron su desempeño con la práctica, mostrando que pueden recordar y aplicar estrategias previas. incluso sin recibir recompensas inmediatas, continuaron jugando. Esto es esencial para comprender su mundo emocional; no necesitan de estímulos, ellos mismos ajustan sus comportamientos para adaptarse. Este nivel de flexibilidad cognitiva es un indicador de inteligencia avanzada.
Algo asombroso es que los cerdos no solo se motivaban con la comida, sino que también se emocionaban al interactuar con los investigadores. Son animales profundamente sociales, capaces de reconocer, conectar y valorar tanto a los de su especie como a otros animales, incluidos los humanos.
Es bien sabido que el nivel cognitivo de los cerdos es similar al de los perros y los niños de cuatro años; sin embargo, su mundo emocional es igualmente complejo. Son capaces de sentir alegría, miedo, afecto y estrés, formar vínculos profundos y reconocer a quienes los rodean. A pesar de esto, seguimos negándoles el derecho a una vida libre de sufrimiento.
Con esta información, es inevitable cuestionarnos ciertas prerrogativas. Si en nuestra cultura la inteligencia es un motivo para respetar la vida de un animal, ¿por qué protegemos y cuidamos a los perros mientras maltratamos a los cerdos por su carne?
Un antídoto contra la crueldad
En 2023, la industria de la carne en México mató a 4 millones 398 mil 379 cerdos. Esto equivale a más de 12,000 cerdos al día sometidos a prácticas crueles que siguen siendo la norma en los rastros del país.
Dejar a los animales fuera del plato es un acto de empatía y valentía, pero, sobre todo, una promesa: no seremos partícipes de su sufrimiento. Seremos parte de la solución, no del problema. Protegeremos las vidas de los animales más invisibilizados y maltratados. Una alimentación basada en plantas es la clave para lograrlo. Descubre Love Veg y accede a cientos de recetas, consejos y recursos gratuitos.
menos carne MÁS EMPATÍA
Los cerdos son animales muy sociables que a menudo se consideran más inteligentes que los perros. Puedes ayudar a estos inteligentes animales simplemente eligiendo alternativas vegetales.
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