Carne de conejo: la realidad expuesta
Nunca olvidaré el momento en que entré a esa primera granja de conejos.
Lo que descubrí, fue devastador…
Cuando me preguntan qué siento al caminar por los pasillos de las granjas, respondo que como investigadores encubiertos, nada de lo que hemos visto nos prepara para estar ahí, observando a los trabajadores, viendo a los conejos encerrados en jaulas, las severas condiciones en las que se encuentran y todo sin poder hacer nada para ayudarlos.
Jamás en mi vida había visto conejos tan pequeños, y la compasión que me inspiraron era igual de grande que la impotencia de saber que crecerían en ese piso de rejillas y que jamás se les vería vivir sin dolor. Y, sin embargo, no podía expresar ni un poco de compasión porque eso me delataría ante los trabajadores.
Caminar por los pasillos de una granja de conejos es enfrentarse a una escena desgarradora: cuerpos de conejos muertos esparcidos por el suelo y otros hacinados en jaulas, mostrando comportamientos antinaturales que resultan perturbadores. La falta de ventilación los mantiene en un estado de letargo, que se rompe únicamente cuando los trabajadores se acercan. En ese momento, el miedo se refleja en sus rostros y tratan desesperadamente de huir.
El maltrato en estos lugares es inimaginable. Los conejos son agarrados por las orejas, arrojados a carritos de supermercado y colgados bruscamente. Los muros y pasillos resuenan con sus chillidos desesperados, antes de que sean finalmente matados.
A donde mires, el pelaje blanco de los conejos está manchado de sangre.
Sé que el trabajo que realizamos en Igualdad Animal es importante y que documentar esta realidad es la manera en que podemos ayudarlos. ¡El mundo necesita conocer la verdad que se oculta detrás de los muros de estas granjas!
Este es el motivo por el cual continúo haciendo este trabajo. Mostrar la verdad que viven millones de animales en granjas y rastros ahora mismo, es la herramienta más poderosa que tenemos contra la industria.
Es gracias también a las personas que apoyan nuestro trabajo de investigación, que podemos continuar mostrando lo que viven los animales año con año. El apoyo que nos brindan es la llave que nos permite llegar a las puertas de esas granjas y darles visibilidad a todos los animales que permanecen ocultos. Aquellos que nadie ve ni escucha.
¡Este trabajo es el corazón de nuestra organización! Es por las investigaciones encubiertas que podemos cambiar la vida de millones de animales cada año.