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Retrato de dos cerdos
Imagen de dos cerdos

El vacío legal que deja en el abandono a millones de animales


La situación legal de los animales en México es profundamente desigual: los más explotados e invisibilizados siguen prácticamente sin protección.

En México, las leyes actuales sólo ofrecen cierta protección a los animales de compañía, mientras que millones de vacas, cerdos, gallinas y otros animales explotados en granjas y rastros quedan fuera de esta cobertura. Esta exclusión genera un vacío legal que permite que la ganadería industrial los someta a condiciones de hacinamiento, mutilaciones dolorosas y crueldad sin consecuencias legales para quienes los maltratan.

Si bien algunos estados como Hidalgo, Colima y Oaxaca han aprobado leyes que brindan cierta protección a los animales explotados para consumo humano, el resto de la república mexicana aún carece de estos avances legislativos.

En México necesitamos una ley que incluya a todos los animales, que unifique esfuerzos entre los tres niveles de gobierno y garantice una protección mínima acorde con los avances de cada estado; una ley que permita que las leyes locales amplíen sus disposiciones. 

Animales sin protección legal

Los animales en granjas industriales y rastros son seres sintientes, capaces de experimentar alegría, placer, dolor y miedo. Su inteligencia y mundo emocional son tan complejos como los de cualquier otro animal. La única diferencia está en nuestra percepción: nos enseñaron a amar y proteger a unos, mientras explotamos a otros. 

Por lo tanto, es nuestro deber garantizar su protección. 

¿Cuáles son los riesgos?

Los riesgos de que no exista una ley general que proteja a todos los animales, incluyendo a los millones que son explotados para consumo humano son alarmantes.

El primero de ellos es la normalización de la crueldad sistemática. Sin protección adecuada, los animales quedan expuestos a prácticas dolorosas e innecesarias, mutilaciones y procedimientos veterinarios sin anestesia, privación de alimento y agua. Todo esto sin posibilidad de sanción para quienes cometen estos abusos. 

Otro riesgo importante es la impunidad para la industria. La falta de normas claras permite que se siga priorizando la rentabilidad sobre el bienestar animal, pues no se supervisa. 

Animales sin protección legal

Crianza, transporte y matanza

Es importante mencionar que existen normas que regulan su transporte y matanza pero no hay disposiciones obligatorias sobre su trato mientras se encuentran en la etapa previa.

Actualmente, no existe protección legal para los animales durante su crianza, ya que los criterios mínimos de bienestar establecidos por la Organización Mundial de Sanidad Animal no han sido incorporados a la legislación interna. Los Manuales de Buenas Prácticas Pecuarias no son obligatorios y tampoco abarcan todos los aspectos que afectan a los animales. 

En cuanto al transporte, los criterios actuales son insuficientes. La Norma Oficial Mexicana 051, que busca reducir el sufrimiento durante la movilización de los animales, necesita actualizarse. Para garantizar niveles adecuados de bienestar, es necesario mejorar la capacitación del personal, establecer tiempos máximos de transporte para minimizar el estrés y definir protocolos claros ante situaciones de emergencia.

Animales sin protección legal

La Norma Oficial Mexicana 033 regula cómo aturdir y matar a los animales en rastros. Su objetivo es reducir al mínimo el dolor, sufrimiento y estrés de los animales. Para lograrlo, es clave que el personal esté capacitado, aunque la ley no lo exige.

En Igualdad Animal, hemos documentado incansablemente lo que sucede en granjas industriales y rastros. Hemos visto con nuestros propios ojos el maltrato y la crueldad con que opera la ganadería industrial. En muchas ocasiones, la matanza se realiza sin aturdir previamente a los animales, lo que significa un estrés y sufrimiento sin igual. Los animales muestran claros signos de miedo al estar cerca de los trabajadores.

La protección animal debe ser prioridad nacional 

La Ley General de Protección Animal se ha encontrado con un nuevo retraso: la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) aún no han enviado la iniciativa al Congreso de la Unión.

Aunque la Constitución establecía como plazo máximo el 1° de junio de 2025 para que el Congreso aprobara esta ley inédita, el proceso depende ahora de que la Consejera Jurídica, Ernestina Godoy, remita el proyecto. Según la propia funcionaria comentó en un encuentro con legisladores, esto podría no suceder sino hasta el próximo año.

Es urgente que se apruebe esta ley. Los animales no pueden esperar, no son fichas políticas para moverse a voluntad según los intereses políticos en turno. 

¡Los animales nos necesitan ahora! ¿Firmarías por ellos?

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