Los peces sienten, ¡protégelos hoy!
Firma ahora esta petición y súmate a otras personas con el compromiso de ayudar a los peces.
EL CICLO DE SUFRIMIENTO DE LOS PECES
Peces: animales únicos
La evidencia es contundente: los peces sienten, piensan y pueden sufrir. Aunque la industria intenta que los veamos como recursos explotados por toneladas, lo cierto es que estos animales son seres con características únicas.
- Piensan. Los peces pueden aprender, planear e incluso reconocerse en imágenes, una señal de autoconciencia.
- Sienten. Con un complejo sistema nervioso, los peces son capaces de sentir dolor y muchos aprenden de experiencias dolorosas para cambiar su comportamiento.
- Socializan. Crean grupos sociales dentro de sus bancos y crean vínculos con compañeros que pueden durar toda su vida. También se ha constatado que cambian su comportamiento cuando son observados por otros peces.
- Tienen sentidos. Los peces poseen los mismos sentidos que los humanos, de hecho tienen el sentido del tacto y gusto más desarrollado, por lo que responden con mayor sensibilidad. ¡Los peces tienen papilas gustativas dentro y fuera de sus bocas!
Peces en la acuacultura en México
La industria acuícola explota tantos peces que son contados por toneladas, no por individuos. Ahora, gracias al nuevo reporte “Desarrollo y prospectiva de la acuacultura en México”, es posible calcular esas vidas perdidas.
Conocer estos números es importante para resaltar la urgencia de ayudar a los peces, pues cada uno de ellos es un animal sintiente y desprotegido por las leyes, que sólo los consideran como meros recursos.
En México, las regulaciones de crianza, transporte y matanza los excluyen, dejándolos totalmente indefensos.
PANORAMA MUNDIAL
Millones de peces son mantenidos en condiciones crueles por la industria acuícola, además de ser criados en hacinamiento y en condiciones totalmente incompatibles con su bienestar, el proceso de matanza de los peces es lento y en agonía.
Todo comienza sacándolos del agua, en este momento empieza el sentimiento de asfixia porque sus branquias colapsan. Después son aventados y amontonados para llevarlos al espacio de matanza, donde se les golpea y mutila. Además del sufrimiento que ya se les causó, muchos peces llegan plenamente conscientes al proceso de quitarles los órganos internos y a la decapitación.
Estas prácticas no solo se llevan a cabo en México, también en otros países como India o Reino Unido, donde Igualdad Animal ha evidenciado el maltrato y sufrimiento que viven los peces dentro de esta industria.
¡Protege a los peces!
Elegir una alimentación basada en plantas es la manera más sencilla de poner fin al sufrimiento de billones de peces criados para el consumo humano.
Cambiar el destino de estos animales es realmente posible y está en nuestras decisiones diarias. Cada vez que dejas fuera de tu plato a los peces es un paso firme para protegerlos y acabar con la explotación animal.